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Nombres de Hombre

 

Nombre

Origen

Abilio: Del latín habilis, "experto, hábil".
Abundio: Del latín ab-undo, "fuera de onda", es decir, "que se desparrama", de ahí Abundus, "pletórico", "abundante".
Amado: Del latín amatus, "amado". Usado en la Edad Media por árabes conversos debido a su parecido fonético con Ahmet, "laudable".
Aniceto: Del griego a-niketos, "invicto".
Apolinar: Derivación del nombre propio Apolo, significa, "consagrado o relativo a Apolo".
Arcadio: Gentilicio de la Arcadia, provincia griega del Peloponeso, tierra muy fértil que tenía el sobre nombre de "feliz".
Argimiro: Del germánico Argimir, derivación de harjis-meris, "ejército famoso".
Arsenio: Del griego arsén, "viril".
Artemio: Derivación masculina del nombre de la diosa Artemisa.
Atilano: De la raíz atta, "padre".
Baudilio: De Baudilius, santo del siglo IV. Quizá relacionado con baudus, "lobo" en latín, o del céltico bald "victoria".
Benedicto: Forma antigua de Benito, en latín bene dictus, es decir, "bendito", aquel sobre quien se han invocado todos los bienes.
Cayo: De gaia, "grajo, urraca". O equivalente a "señor de la casa". O del latín caius, corrupción de gaius, "alegre".
Ceferino: Del latín zepherinus, "relativo al céfiro", viento de occidente.
Ciriaco: Del griego kyrios, "señor".
Crescencio: Del latín crescens, "que crece", de decir, "vital, robusto".
Crispín: Del griego crepís "zapato". Y del latín crispus, "crespo, de pelo rizado".
Desiderio: Del latín desiderius, "deseable" o "deseoso (de Dios)"
Doroteo: Significa "don de Dios". Del griego doro-theos, doron, significa "regalo, don", y theós, es la palabra griega para expresar la divinidad.
Eliseo: Del hebreo El-i-shuah, "Dios es mi salud".
Epifanio: Nombre cristinorromano, alude a la Epifanía. De epi-phainein, "brillar", "mostrarse sobre ".
Erasmo: Del griego erasmios, "agradable", "gracioso", "encantador".
Eufemio: Del griego eu-phemía, "de buena palabra".
Eusebio: Del griego Eusébios, de eu, "bien, bueno", y sébas, "piedad".
Eustaquio: Del griego eu-stachys, "cargado de espigas", es decir, "fecundo".
Fausto:  Del latín faustus, "feliz".
Florian: Del latín florens, "floreciente, en flor".
Fulgencio: Del latín fulgens, "refulgente, brillante, resplandeciente".
Fructuoso: Del latín fructuosus, "que da fruto", derivado de fructus, "fruto", y éste a su vez de fruor, "tener el usufructo, gozar de los frutos"
Genaro: Es más correcto Jenaro, deriva del latín Januarius, "enero", primer mes del año.
Gerásimo: Del griego geras, "anciano" o de gerásimos, "honorable, digno de respeto".
Gervasio: Del germánico gair-bald, "audaz con la lanza".
Heliodoro: Del griego helios-doron, "don del sol".
Hermógenes: Del griego Hermos-genos, "engendrado por Hércules, de la casta de Hércules". Alude al vigor físico.
Higinio: Del griego hygies, "sano" (de donde higiene), de higinos, "Vigoroso".
Humberto:  Del germánico Hunpreht, o Huniberht, compuesto por hun, "cahorro", y -berht, "brillo, esplendor, famoso".
Ignacio: Latinización del íbero o celtíbero Ennecus. Quizá topónimo vasco "lugar encrespado". La forma latina se asimiló al fuego "ignis". Otra etimología lo deriva del griego ignátios, "nacido", es decir "hijo".
Ireneo: Del griego eirene, "paz".
Jeremías: De jeram- o jerem-iah , "Dios".
Jonás: Del hebreo Yonah, "paloma".
Leónidas: Del griego leonidas, "(valiente) como el león".
Lucinio: Del latín lux, "luz".
Lucrecio: Del latín lucro, "ganar", "el que ha ganado, el que está aventajado".
Lupicinio: Del latín Lupercus, nombre del dios Pan o de uno de sus sacerdotes, por su relación con los lobos (lupus).
Marcial: Del latín martialis, "relativo, consagrado a Marte", dios romano de la guerra.
Marciano: "Hijo de quien pertenece a Marte", "hijo del guerrero".
Mauro: Del griego mauros, "oscuro", aplicado a los habitantes de Mauritania.
Melquíades: De origen griego. "Rojo, bermellón" o "el que pertenece a la familia pelirroja".
Nemesio:  Del latín nemesius, "justiciero". En Grecia, Némesis era la diosa de la justicia y la venganza.
Nicasio: Del griego niké, "victoria".
Obdulio:  Adaptación al latín del árabe Abdullah, "servidor de Dios", por Allah, "Dios", literalmente, "lo alto", "la divinidad".
Olegario: Del germánico helig, que significa "sano, intacto", y por extensión, "invulnerable", y gair, "lanza". Quizá proviene de ald-gard, "pueblo ilustre".
Onésimo: Del griego onésimos, "útil, favorable, servicial". Es un nombre bíblico, de un personaje de las epístolas de San Pablo.
Ovidio: Del latín ovidus, "óvido, relativo a la oveja, pastor".
Patricio: En la antigua Roma patricius designaba a los "hijos de padre de la patria, hijos de padre rico y noble".
Paulino: Del latín Paulus "pequeño". Paulinus es gentilicio de Pablo.
Porfirio: Del griego porphyrion "de color de pórfido, de púrpura, purpurado".
Raimundo: Forma antigua de Ramón.
Román:  El gentilicio Romanus, de Roma, pasó a ser un sobrenombre distinguido, equivalente a civilizado, y luego nombre de pila para destacar la digna ascendencia de su portador.
Saturio: Del latín saturus, "saciado, saturado".
Saturnino:  Del latín saturninus, gentilicio de Saturno, dios mitológico equivalente al griego Cronos, devorador de sus hijos.
Secundino: Del latín secundus, "segundo".
Segismundo: Del germánico seig-mund, "el que protege por la vitoria".
Serafín: Del hebreo saraf, "serpiente" (plural saraphim), alude a la serpiente de bronce usada como amuleto curativo por los judíos en el Arca de la Alianza.
Serapio: Ver Serafín.
Silvino: Del latín silvanus, "de la selva, silvestre".
Simplicio:  Del latín simplicius, "sin artificio, simple", en el sentido de "sin malicia".
Sotero: De origen griego, posteriormente cristianizado, de soter, "salvador".
Tarsicio: Del griego tharsíkios, "valiente".
Terencio:  Del latín Terentius, nombre de una familia romana. Aludia al terentum, lugar del campo de Marte destinado a la celebración de Juegos. De teres, "delicado, fino, tierno".
Urbano: Del gentilicio latino urbanus, "perteneciente a la ciudad", "civil, urbano, cortés", y por extensión "bien educado, fino, pulido".
Valerio:  Forma adjetivada del nombre latino Valerus, que significa "que vale, sano", o "que tiene valor, corajudo".
Venancio: El latín venantius, "el que caza, cazador".
Ventura: Del latín venturum, "lo que ha de venir".
Vitorio: Del latín victorius, "victorioso".